NOTAS DE MISIONES

viernes, 18 de julio de 2008

ŸMisiones, Martín Caparrós.


Predomina la división entre diversas zonas de la provincia de Misiones. Caparrós hace un extenso camino de observación y de entrevistas en cada lugar donde va (Apósteles-San pedro/Bernardo de Irigoyen-Andresito/Cataratas/Puerto Iguazú/El dorado-San Ignacio-Posadas/Posadas). En cada sitio encuentra algo único, como él bien dice, trabajando con lo visible y no con la investigación.

Una crónica que no intenta buscar ni descubrir lo oculto, sino que intenta hacer sentido con lo que se ve. Respeta la oralidad de los entrevistados, introduce intertextos(como lo son los Haikus), utiliza frases que funcionan como separadores del texto y, hasta se da el permiso de hacer una crítica al turismo de masas.

La primera observación, con la que trabaja en la crónica, es acerca del mate: aludiendo a que ya no quedan ingestas tan locales, criticando al proceso de globalización que unifica los gustos y costumbres, aunque resaltando que el mate en Misiones se hace y se toma sin parar (Misiones: el rojo y el verde, tierra y yerba).

Es interesante como uno puede remitirse a la mirada de Caparrós, a través de sus descripciones. Descripciones que se entremezclan con percepciones pasadas acerca del mismo lugar visitado, y con una mirada actual que critica el cambio. Un ejemplo de esto sucede en el tramo de “Cataratas”, que describe como ha sufrido una transformación por una empresa que la explota, que la ha tomado como “objeto de consumo masivo”.

Walter Benjamín, en su obra titulada “La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica”, muestra que la sociedad ha cambiado y ya las personas no actúan como individuos, sino como MASAS. También así lo observa Caparrós, diciendo que “el trencito implica colas, esperas, aglomeraciones. Ha transformado lo que solía ser un dulce paseo por la selva en un momento más del turismo de masas, del amontonamiento”. La cantidad hace imposible que se pueda caminar tranquilo por la selva.

Una crónica que da cuenta de lo que es el interior de la Argentina(en este caso Misiones), cómo se vive, cómo es la vida diaria en aquellos lugares y qué es lo que rodea a los sitios más visitados o no. Todo a través de la mirada del cronista, con lo que ve, trabajando con cambios de ritmos, ironía, introduciendo intertetextos y detectando en cada zona diversas situaciones de vida.

ŸLa Argentina ya no toma mate, Kimonos en la tierra roja, El país de Quiroga, Rodolfo Walsh.


Las crónicas realizadas por Walsh, están orientadas a la búsqueda de las figuras de los colonos. Describe períodos históricos de la producción misionera, específicamente “yerbatera” a través del año 1937 hasta 1966, de cómo fueron sufriendo cambios las plantaciones. Por medio del contexto histórico, son explicadas las transformaciones que sucedieron gobierno a gobierno; no sólo afectando las relaciones sociales, sino que teniendo un fuerte impacto en la economía de la provincia. Sus escritos tienen un fuerte carácter político, describiendo las condiciones difíciles de los colonos por aquellos tiempos.

Respeta la oralidad de los entrevistados, divide en fragmentos cada crónica e introduce una marcada perspectiva acerca de los problemas que acontecen en las zonas de Misiones.

Como en el caso de “Kimonos en la tierra roja”, Walsh empieza a trabajar por el final para construir, a lo largo de la crónica, la historia. Hace hincapié en los orígenes de la colonia, hablando de las familias que las componen, las que parten por atravesar una crisis y también de las que se quedan.

Tampoco hay que olvidar el trabajo que efectúa con intertextos: utiliza la figura de “Quiroga” para contar lo que el mismo “significó” en su pueblo, su vida en tierras misioneras y su posterior muerte. Trabaja con sus crónicas y sus respectivos personajes, que Walsh los toma como “sus amigos”. En San Ignacio su figura queda como un olvido, un distanciamiento que pueden rastrearse en los personajes que Quiroga mismo se retrató.

ŸLos desterrados, Horacio Quiroga

El tema central, sobre el que escribe Quiroga, se basa en la llegada de los primeros colonos a tierras misioneras. A través de un lenguaje preciso, que resguarda palabras misteriosas, puede describir el proceso de llegada hacia estas tierras. Sobre todo respeta la oralidad de los primeros colonos, como es el caso de Joao Pedro: destaca su cualidad de optimista y de poseer dichosa satisfacción de pertenecer a los antiguos pobladores de la región.

Manifiesta el cambio que la provincia ha transitado, junto al paso del tiempo de los primeros pobladores, en donde se lo tilda al país como nuevo, extraño y difícil. La realidad superaba aquellas características únicas, de los primeros tiempos vírgenes de Misiones. Joao Pedro y Tirafogo no se reconocían dentro del territorio, la extrañeza los rodeaba.

Desterrados en su propio sitio, en aquél lugar donde plantaron su primera semillita y en donde los frutos quedaron relegados por la instauración de una nueva cultura, la formación de una provincia. Su lengua materna, sus costumbres, la población, la configuración del territorio ya no sería reconocida; harían todo lo posible por ver antes de morir su “tierra”.

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