RÍO ARRIBA

lunes, 21 de julio de 2008

Guía de trabajo y consignas de escritura

1. ¿Qué motivos característicos del relato de viaje están presentes en Río Arriba?

2. ¿Qué características tiene el narrador de este relato? ¿A qué destinatario se dirige?

3. Describir el recorrido del Ulises de Río Arriba en términos de lo que Joseph Campbell define como el itinerario del héroe mítico (Cf. Viaje y narración, páginas 9 y 10). ¿Con qué fuerzas debe enfrentarse? ¿Qué clase de
victoria alcanza al final de su aventura?

4. ¿De qué materiales se vale el narrador para reconstruir la memoria de Iruya y de los ingenios azucareros?

1-En primera instancia hay que entender el viaje, que realiza el protagonista, como una búsqueda. El relato de viaje se va construyendo por la necesidad, de Ulises de la Orden, de comprender más allá de la cultura, bailes y celebridades de los coyas y, ahondar en la historia del pueblo de Iruya como peones en las zafras de los ingenios azucareros.

Los ejes motivadores que le dan formato al film, el ir “Río Arriba”, tienen que ver con la comprensión, reflexión e insistente búsqueda de conocimiento acerca del otro lado de la historia; cómo desde Iruya bajaban a los ingenios para pelar caña, “atados de pies y manos”.

Ulises, como protagonista absoluto, construye el relato a través de la voz en off. Esta particularidad, le da un tinte especial porque lo enmarca al film sobre un carácter escrito. Otra característica del relato de viaje, que se ve presente en Río Arriba, es la transformación misma de la historia; lo que empieza como una incertidumbre, culmina con un crecimiento de conocimiento y personal para Ulises de la Orden.

2-El narrador del relato, no sólo aparece de modo figurado (siendo el protagonista del film) sino que se introduce a partir de la voz en Off. Aporta una mirada única y narrativa, en momentos que imágenes no pueden describir los pensamientos y deseos de Ulises. Por lo tanto, al ver el film, observamos un narrador que entrecruza voz propia y actos de presencia en las diversas tomas.

Toda la historia se desarrolla gracias a la labor del narrador. Por un lado, se introduce al film como si emergiera de un punto exterior, narrando lo acontecido paso a paso y, por otro lado, con su presencia realiza un viaje en búsqueda de una realidad oculta, que tendría que encontrar. Los testimonios son fundamentales para hilar los sucesos que formaron parte del trabajo en los ingenios.

Al finalizar el film, uno podría dar cuenta que el destinatario construido es el pueblo latinoamericano. Más allá de que sea una búsqueda constante de la identidad familiar de Ulises, creo que un poco se utiliza como excusa para poder llegar a las consecuencias sociales-económicas-políticas que los ingenios azucareros provocaron en el norte argentino. Se construye un destinatario que interesado o no, de los problemas acontecidos por los ingenios, pueda tomar conciencia de lo que significó el trabajo esclavo en las zonas y sus respectivas consecuencias: abandono de las terrazas de cultivo, erosión, explotación de los trabajadores.

3- Según Joseph Campbell, en líneas generales, un héroe es todo aquél que inicia su aventura desde el mundo de todos los días, se atreve a cruzar una línea de separación entre ese mundo cotidiano y un mundo desconocido, por descubrir, e inserto en ese nuevo mundo vuelve transformado.

A partir de este pequeño esquema, podemos decir que Ulises constituye la figura de un héroe: desde su mundo cotidiano, algo lo perturba, lo motiva a conocer la historia de su propia familia, va en búsqueda de esa historia (atravesando rutas y caminos “río arriba”) y se enfrenta a personas desconocidas con el fin de ahondar en su propia identidad; el punto está en que el viaje no sólo lo transformó interiormente, sino que le permitió descubrir datos históricos acerca de un pueblo que era explotado en su totalidad y las consecuencias demográficas que esto trajo a las zonas norteñas del país.

Al final de la aventura de Ulises, su victoria es doblemente constituida. En primer término, del deseo interior por comprender qué había más allá de las celebridades del pueblo coya: nuevos valores por la naturaleza y por el ser humano. También el saber que los “cachis”, que lo habían impulsado a esa búsqueda, forman parte de una cultura que es resguardada por la sabiduría del pueblo. Una victoria de darles un lugar a los pueblos indígenas, que les permita brotar más allá del desarraigo de tierras y demás pérdidas que sufrieron.

4-De lo que se vale el narrador, para poder reconstruir la memoria de Iruya y los ingenios azucareros, es de diversos materiales que conforman el ambiente propicio para que uno pueda recrearse en esa zona. Es preciso el trabajo con imágenes antiguas, fotografías de la región y la utilización de un mapa (como muestra del recorrido “río arriba” que tiene que realizar para llegar a “Iruya”). En este film es necesaria la retórica del mismo, para insertarnos aún más en el recorrido que Ulises hace. Lo vemos a través de los videos que incorpora, información documental, notas de diarios, trabajos con archivo y, sobre todo, por la elección musical que acompaña todo el film.

No hay que dejar de lado que, los recursos que se ponen en juego, también tienen que ver con las metáforas que se realizan, el tono en que es relatado y estructurado el relato, el trabajo con los testimonios y el montaje.

Elementos que, juntos, constituyen la gran polifonía de “Río Arriba” y ayudan a enmarcarla de determinada forma; gracias a estos recursos el film es caracterizado con categorías que lo hacen propio y distinguido del resto.

NOTAS DE MISIONES

viernes, 18 de julio de 2008

ŸMisiones, Martín Caparrós.


Predomina la división entre diversas zonas de la provincia de Misiones. Caparrós hace un extenso camino de observación y de entrevistas en cada lugar donde va (Apósteles-San pedro/Bernardo de Irigoyen-Andresito/Cataratas/Puerto Iguazú/El dorado-San Ignacio-Posadas/Posadas). En cada sitio encuentra algo único, como él bien dice, trabajando con lo visible y no con la investigación.

Una crónica que no intenta buscar ni descubrir lo oculto, sino que intenta hacer sentido con lo que se ve. Respeta la oralidad de los entrevistados, introduce intertextos(como lo son los Haikus), utiliza frases que funcionan como separadores del texto y, hasta se da el permiso de hacer una crítica al turismo de masas.

La primera observación, con la que trabaja en la crónica, es acerca del mate: aludiendo a que ya no quedan ingestas tan locales, criticando al proceso de globalización que unifica los gustos y costumbres, aunque resaltando que el mate en Misiones se hace y se toma sin parar (Misiones: el rojo y el verde, tierra y yerba).

Es interesante como uno puede remitirse a la mirada de Caparrós, a través de sus descripciones. Descripciones que se entremezclan con percepciones pasadas acerca del mismo lugar visitado, y con una mirada actual que critica el cambio. Un ejemplo de esto sucede en el tramo de “Cataratas”, que describe como ha sufrido una transformación por una empresa que la explota, que la ha tomado como “objeto de consumo masivo”.

Walter Benjamín, en su obra titulada “La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica”, muestra que la sociedad ha cambiado y ya las personas no actúan como individuos, sino como MASAS. También así lo observa Caparrós, diciendo que “el trencito implica colas, esperas, aglomeraciones. Ha transformado lo que solía ser un dulce paseo por la selva en un momento más del turismo de masas, del amontonamiento”. La cantidad hace imposible que se pueda caminar tranquilo por la selva.

Una crónica que da cuenta de lo que es el interior de la Argentina(en este caso Misiones), cómo se vive, cómo es la vida diaria en aquellos lugares y qué es lo que rodea a los sitios más visitados o no. Todo a través de la mirada del cronista, con lo que ve, trabajando con cambios de ritmos, ironía, introduciendo intertetextos y detectando en cada zona diversas situaciones de vida.

ŸLa Argentina ya no toma mate, Kimonos en la tierra roja, El país de Quiroga, Rodolfo Walsh.


Las crónicas realizadas por Walsh, están orientadas a la búsqueda de las figuras de los colonos. Describe períodos históricos de la producción misionera, específicamente “yerbatera” a través del año 1937 hasta 1966, de cómo fueron sufriendo cambios las plantaciones. Por medio del contexto histórico, son explicadas las transformaciones que sucedieron gobierno a gobierno; no sólo afectando las relaciones sociales, sino que teniendo un fuerte impacto en la economía de la provincia. Sus escritos tienen un fuerte carácter político, describiendo las condiciones difíciles de los colonos por aquellos tiempos.

Respeta la oralidad de los entrevistados, divide en fragmentos cada crónica e introduce una marcada perspectiva acerca de los problemas que acontecen en las zonas de Misiones.

Como en el caso de “Kimonos en la tierra roja”, Walsh empieza a trabajar por el final para construir, a lo largo de la crónica, la historia. Hace hincapié en los orígenes de la colonia, hablando de las familias que las componen, las que parten por atravesar una crisis y también de las que se quedan.

Tampoco hay que olvidar el trabajo que efectúa con intertextos: utiliza la figura de “Quiroga” para contar lo que el mismo “significó” en su pueblo, su vida en tierras misioneras y su posterior muerte. Trabaja con sus crónicas y sus respectivos personajes, que Walsh los toma como “sus amigos”. En San Ignacio su figura queda como un olvido, un distanciamiento que pueden rastrearse en los personajes que Quiroga mismo se retrató.

ŸLos desterrados, Horacio Quiroga

El tema central, sobre el que escribe Quiroga, se basa en la llegada de los primeros colonos a tierras misioneras. A través de un lenguaje preciso, que resguarda palabras misteriosas, puede describir el proceso de llegada hacia estas tierras. Sobre todo respeta la oralidad de los primeros colonos, como es el caso de Joao Pedro: destaca su cualidad de optimista y de poseer dichosa satisfacción de pertenecer a los antiguos pobladores de la región.

Manifiesta el cambio que la provincia ha transitado, junto al paso del tiempo de los primeros pobladores, en donde se lo tilda al país como nuevo, extraño y difícil. La realidad superaba aquellas características únicas, de los primeros tiempos vírgenes de Misiones. Joao Pedro y Tirafogo no se reconocían dentro del territorio, la extrañeza los rodeaba.

Desterrados en su propio sitio, en aquél lugar donde plantaron su primera semillita y en donde los frutos quedaron relegados por la instauración de una nueva cultura, la formación de una provincia. Su lengua materna, sus costumbres, la población, la configuración del territorio ya no sería reconocida; harían todo lo posible por ver antes de morir su “tierra”.

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REFLEXIÓN

jueves, 17 de julio de 2008

Periodista-Etnógrafo


El “Estar allí”, es el gran paradigma dentro de la antropología. Según Geertz, el trabajo del etnógrafo debe demostrar un encuentro con el otro, transmitiéndonos esa sensación de que han estado en cierto lugar, en observación de algo y sintiendo de determinada manera; deben convencernos de que la permanencia en el lugar, la observación en el mismo, y el posterior sentimiento, serían los mismos de haber estado nosotros allí.

Una gran distancia se establece: el antropólogo trabaja sobre una cierta zona y la relación con sus pares, que han trabajado en el mismo lugar, parece tener el mismo criterio de observación. La lejanía se hace cercana cuando hay posibilidad de comprobación; no es frecuente desmentir lo que alguien no tan informado ha dicho. Caso contrario sucede con el trabajo del periodista, el pacto establecido entre pares difiere por lo que, las ideologías que manipulan su trabajo, “deben contar” sobre un hecho. La verdad es repartida, en tanto hayan diversos observadores manipulados por el interés; existe un hecho concreto, pero las caras de la información son varias.

Textos antropológicos, por un lado, que le dan suma importancia al autor, a la voz del “quién habla” y que, para ser buenos, deben carecer de pretensiones-intereses. Trabajos periodísticos, por otro lado, que son funcionales al interés de un grupo determinado y que, para hacer aún más creíble la situación de “haber estado allí”, importa demasiado la elegancia conceptual a utilizar.

¿Cumplir una función, como la del autor, o una actividad, como la del escritor? En fin, modelos que apuntan a profesiones diferentes, pero que concluyen en una ciencia social única. Una ciencia social que asume las distancias entre profesiones, discursos literarios, campos de trabajo, pero que no está preparada para “comprender” (entendida como la búsqueda de la versomilitud, objetividad).